El primer vídeo corresponde a lo que se ha dado en llamar Datamosh. Una especie de derretido de píxeles fruto de un error de compresión que se da en los formatos de video digitales. El Datamosh recoge la tradición por ese gusto dadaista que encuentra lo estético en los errores técnicos de reproducción, actualizándolo de cara a las nuevas tecnologías de manera bastante creativa e incluso poética (que puede haber más metafórico que contemplar como las imágenes nítidas y sin fisura que son capaces de generar los modernos dispositivos de captura se desploman en forma de acuarela pixelada?) El Datamosh ha gozado estos años de muchos adeptos, siendo uno de los más destacados el videoartista Takeshi Murata. Era cuestión de tiempo que como técnica hiciese el triple salt mortal para aterrizar en los dominios del mainstream, esta vez de la mano de Kanye West, que es un poco como una especie de Madonna 2.0 para estas cosas. La aparición de el Datamosh en nuestros televisores via Mtv es interesante porque requiere del espectador un grado de dominio del metalenguaje fílmico que no podría haberse producido de manera satisfactoria si no fuera por la profusión a nivel doméstico de dispositivos digitales de captura capaces de grabar vídeo, o por portales como youtube, que han hecho que los formatos de compresión agresivos formen parte indisoluble de la información audiovisual que consumimos diariamente. Toda una pequeña revuelta sociológica silenciosa en nuestra manera de entender y relacionarnos con la imagen en movimiento que me apetecía reseñar. Lo que sucede a continuación forma ya parte de un homenaje al antecesor del Datamosh: La interferencia Vhs y las realimentaciones en las acabamos cayendo todos los que a lo ancho y largo de los 90 tuvimos picores con el videoarte (a mi me cuadró a finales, pero ahí estuvimos). Todo ellos a través de un par de videoclips de ahora mismo (que terror de concepto) que se apropian de ese lenguaje certificando que, señores, es el momento de hacer el oportuno rescate de todo ese material...